El gigante americano Walmart se enfrenta a una demanda colectiva histórica en EE.UU

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El caso Walmart, un litigio por discriminación sexual en el ámbito laboral, ha saltado esta semana a todos los medios de comunicación del mundo y podría convertirse en un conflicto judicial histórico, al tratarse de la mayor demanda colectiva por discriminación sexual en la historia. En el supuesto de que el Alto Tribunal falle a favor de las demandantes, la empresa podría tener que hacer frente a indemnizaciones multimillonarias por pagar menos sueldos a mujeres y beneficiar a los hombres durante años. Las cuestiones especialmente delicadas, como la discriminación sexual en el ámbito laboral, acaparan la atención de los medios de comunicación. De hecho, el tratamiento que los medios españoles han dado a este caso se ha centrado en enfatizar la cuestión discriminatoria de fondo, vulneradora de un derecho fundamental. Un litigio, además, que podría suponer un punto de inflexión en la jurisprudencia sobre discriminación laboral norteamericana. Con independencia del fallo, este caso sentará jurisprudencia en torno a las demandas colectivas. Lo que comenzó representando a un pequeño grupo de trabajadoras puede terminar afectando a miles. Sin duda, este tipo de casos, a través de demandas colectivas o class action, que potencialmente afectan a multitud de personas, tienen una repercusión mediática de calado. En España, la figura de la class action o demanda colectiva no está desarrollada. Sin embargo, ha habido casos recientes que se han articulado o se están articulando a través de esta vía típica del derecho anglosajón. Recientemente, un juzgado de Madrid admitía a trámite una demanda contra 45 entidades financieras por la aplicación de las cláusulas suelo de las hipotecas. Algunos despachos españoles están empezando a promover este tipo de demandas. Ya en 2009, un conocido bufete español presentó en Miami, en colaboración con un despacho americano, una demanda colectiva contra el Santander, en el marco del Caso Madoff. Otro ejemplo más reciente, la demanda colectiva presentada por los afectados por el caos de los controladores aéreos también fue redactada por este despacho. Ahora, en el caso Walmart, nueve magistrados de la Corte Suprema de EE.UU tomarán la decisión en torno al caso y sobre si procede o no la vía de la demanda colectiva. Algunos medios de comunicación españoles han reflejado que este mecanismo es el único que permite que una mujer pueda ir contra una corporación gigante en la defensa de sus derechos. De forma individual sería una lucha al estilo David contra Goliat. El caso Walmart tendrá consecuencias mucho más allá del propio Litigio, puesto que tendrá un claro impacto en las políticas de compañías que discriminan a sus empleados por razón de sexo, raza u otras categorías. Además, esta decisión del Supremo de EE.UU afectará a otros casos pendientes, como la demanda de más de 700 mujeres contra la cadena Cotsco Wholesale, otra gran tienda mayorista. Área de Comunicación y Litigios de LLORENTE & CUENCA

El caso Walmart, un litigio por discriminación sexual en el ámbito laboral, ha saltado esta semana a todos los medios de comunicación del mundo y podría convertirse en un conflicto judicial histórico, al tratarse de la mayor demanda colectiva por discriminación sexual en la historia. En el supuesto de que el Alto Tribunal falle a favor de las demandantes, la empresa podría tener que hacer frente a indemnizaciones multimillonarias por pagar menos sueldos a mujeres y beneficiar a los hombres durante años. Las cuestiones especialmente delicadas, como la discriminación sexual en el ámbito laboral, acaparan la atención de los medios de comunicación. De hecho, el tratamiento que los medios españoles han dado a este caso se ha centrado en enfatizar la cuestión discriminatoria de fondo, vulneradora de un derecho fundamental. Un litigio, además, que podría suponer un punto de inflexión en la jurisprudencia sobre discriminación laboral norteamericana. Con independencia del fallo, este caso sentará jurisprudencia en torno a las demandas colectivas. Lo que comenzó representando a un pequeño grupo de trabajadoras puede terminar afectando a miles. Sin duda, este tipo de casos, a través de demandas colectivas o class action, que potencialmente afectan a multitud de personas, tienen una repercusión mediática de calado. En España, la figura de la class action o demanda colectiva no está desarrollada. Sin embargo, ha habido casos recientes que se han articulado o se están articulando a través de esta vía típica del derecho anglosajón. Recientemente, un juzgado de Madrid admitía a trámite una demanda contra 45 entidades financieras por la aplicación de las cláusulas suelo de las hipotecas. Algunos despachos españoles están empezando a promover este tipo de demandas. Ya en 2009, un conocido bufete español presentó en Miami, en colaboración con un despacho americano, una demanda colectiva contra el Santander, en el marco del Caso Madoff. Otro ejemplo más reciente, la demanda colectiva presentada por los afectados por el caos de los controladores aéreos también fue redactada por este despacho. Ahora, en el caso Walmart, nueve magistrados de la Corte Suprema de EE.UU tomarán la decisión en torno al caso y sobre si procede o no la vía de la demanda colectiva. Algunos medios de comunicación españoles han reflejado que este mecanismo es el único que permite que una mujer pueda ir contra una corporación gigante en la defensa de sus derechos. De forma individual sería una lucha al estilo David contra Goliat. El caso Walmart tendrá consecuencias mucho más allá del propio Litigio, puesto que tendrá un claro impacto en las políticas de compañías que discriminan a sus empleados por razón de sexo, raza u otras categorías. Además, esta decisión del Supremo de EE.UU afectará a otros casos pendientes, como la demanda de más de 700 mujeres contra la cadena Cotsco Wholesale, otra gran tienda mayorista. Área de Comunicación y Litigios de LLORENTE & CUENCA El caso Walmart, un litigio por discriminación sexual en el ámbito laboral, ha saltado esta semana a todos los medios de comunicación del mundo y podría convertirse en un conflicto judicial histórico, al tratarse de la mayor demanda colectiva por discriminación sexual en la historia. En el supuesto de que el Alto Tribunal falle a favor de las demandantes, la empresa podría tener que hacer frente a indemnizaciones multimillonarias por pagar menos sueldos a mujeres y beneficiar a los hombres durante años. Las cuestiones especialmente delicadas, como la discriminación sexual en el ámbito laboral, acaparan la atención de los medios de comunicación. De hecho, el tratamiento que los medios españoles han dado a este caso se ha centrado en enfatizar la cuestión discriminatoria de fondo, vulneradora de un derecho fundamental. Un litigio, además, que podría suponer un punto de inflexión en la jurisprudencia sobre discriminación laboral norteamericana. Con independencia del fallo, este caso sentará jurisprudencia en torno a las demandas colectivas. Lo que comenzó representando a un pequeño grupo de trabajadoras puede terminar afectando a miles. Sin duda, este tipo de casos, a través de demandas colectivas o class action, que potencialmente afectan a multitud de personas, tienen una repercusión mediática de calado. En España, la figura de la class action o demanda colectiva no está desarrollada. Sin embargo, ha habido casos recientes que se han articulado o se están articulando a través de esta vía típica del derecho anglosajón. Recientemente, un juzgado de Madrid admitía a trámite una demanda contra 45 entidades financieras por la aplicación de las cláusulas suelo de las hipotecas. Algunos despachos españoles están empezando a promover este tipo de demandas. Ya en 2009, un conocido bufete español presentó en Miami, en colaboración con un despacho americano, una demanda colectiva contra el Santander, en el marco del Caso Madoff. Otro ejemplo más reciente, la demanda colectiva presentada por los afectados por el caos de los controladores aéreos también fue redactada por este despacho. Ahora, en el caso Walmart, nueve magistrados de la Corte Suprema de EE.UU tomarán la decisión en torno al caso y sobre si procede o no la vía de la demanda colectiva. Algunos medios de comunicación españoles han reflejado que este mecanismo es el único que permite que una mujer pueda ir contra una corporación gigante en la defensa de sus derechos. De forma individual sería una lucha al estilo David contra Goliat. El caso Walmart tendrá consecuencias mucho más allá del propio Litigio, puesto que tendrá un claro impacto en las políticas de compañías que discriminan a sus empleados por razón de sexo, raza u otras categorías. Además, esta decisión del Supremo de EE.UU afectará a otros casos pendientes, como la demanda de más de 700 mujeres contra la cadena Cotsco Wholesale, otra gran tienda mayorista. Área de Comunicación y Litigios de LLORENTE & CUENCA